Continuando con nuestro recorrido por Alcalá de Júcar, hoy voy a hablaros sobre sus interesantes cuevas. Estos lugares están abiertos al público y se pueden visitar.
De hecho, la población de Alcalá de Júcar se extiende por la ladera sur, en una zona abrupta que se cierne sobre el río. Su peculiar situación, permite que las casas estén excavadas en la propia montaña con cuevas de tal longitus que llegan hasta el extremo de la peña sobre la que se asienta la villa. Tres de estas cuevas se pueden visitar y son conocidas por Diablo, Masagó y Garadén (que no debe confundirse con la cueva natural de Garadén en las cercanías de la villa, en un paredón vertical de la luz fortificada por los árboles y que se trata de uno de los pocos ejemplos de cuevas fortificadas conocidas en España).
Cuevas del Diablo: Están excavadas en el corazón de la montaña, atravesando de lado a lado la montaña a través de un túnel. Fueron construidas en el año 1905 con la finalidad de convertirlos en corrales, alacenas y palomares. Actualmente han sido restaurados para ofrecer al turista una visita del interior de la cueva. En ella se podrán visitar las numerosas antigüedades y aperos de labranza que hay en exposición. La temperatura dentro de la cueva ronda los 13º y a través de su terraza-mirador se pueden contemplar las maravillosas vistas de la zona.
Cuevas de Masagó: Es la cueva más antigua abierta al público (desde 1962). En un principio se pensó construir un hotel para gente bohemi ya que sus vistas son el lugar idóneo que poetas, músicos y pintores necesitaban para inspirarse. La Cueva de Masagó atraviesa la montaña de un extremo a otro por medio de un túnel de 110 metros. Gracias a su mirador, el espectador puede dejarse cautivar por el paisaje natural.
En su interior hay un típico restaurante manchego donde podréis degustar la gastronomía de la zona. El precio del menú ronda los 10 euros aunque se hacen precios especiales para grupos. Este restaurante tiene una capacidad de cien comensales. El restaurante también dispone de una sala reservada para celebraciones íntimas que contiene una peculiar mesa de roca que ha sido bautizada por los clientes como “la mesa del Rey Arturo”. También hay una sala de baile, de antigüedades y el recién inaugurado Museo de Numismática y Fósiles de 200 años de antigüedad (único en el pueblo).
Interior de la Cueva del Diablo
Publicado por Viajes con Destino el 29 de septiembre de 2009 a las 6:30 pm.